domingo, 23 de enero de 2011


A veces me pregunto qué es exactamente lo que nos ata a la vida, hace poco cayó en mis manos "The road" un libro de Cormac Mc Carthy, autor de otras obras que se han llevado al cine hace bien poco, los Cohen se decidieron por "no es un país para viejos", Francis Lawrence estropeó "soy leyenda" y John Hilcoat con la película de la carretera (título en español), en ella se atañe férreamente al modo o mejor dicho  a la estructura formal que Cormac utiliza en su obra.

La historia trata de un padre y un hijo que tratan de sobrevivir en un mundo post apocalíptico dónde la naturaleza muere poco a poco, junto con sus esperanzas, un mundo dónde la vejación y el canibalismo están a la orden del día, dónde lo único que les ata a la vida es la ética que el padre trata de transmitirle al hijo "siempre seremos los buenos" repite este personaje sin nombre varias veces al hijo en el transcurso de la historia sin olvidar el gran amor que se profesan el uno al otro...

¿qué nos ata a la vida entonces? simplemente el amor a los demás, la devoción y la esperanza.

Os dejo con un breve extracto de un capítulo.

[...] En un bolsillo de su mochila había encontrado medio paquete de cacao y se lo preparó al chico y luego él se sirvió agua caliente en su taza y se quedó sentado soplando el borde.
Me prometiste que no harías eso, dijo el chico.
¿El qué?
Ya sabes qué, papá.
Tiró el agua caliente al cazo y cogió la taza del chico y se sirvió un poco de cacao y luego le devolvió la taza.
Tengo que vigilarte todo el rato, dijo el chico.
Ya lo sé.
Si no cumples una promesa pequeña tampoco cumplirás una grande. Es lo que tú me dijiste.
Lo sé. Descuida.
[...]

La carretera.
Cormac Mc Carthy.

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